
Contexto Histórico
La vida de Safo transcurre dentro del llamado período Arcaico Griego. Se trata del lapso de tiempo que comenzó con la salida de la Edad Oscura Griega y que termina justo antes del primer intento del imperio Persa por conquistar la Hélade allá por el año 480 A.C. Comenzó con la fundación de los primeros Juegos Olímpicos y fue seguido por el famoso período Clásico.
Varias revoluciones se dan al comienzo de este período histórico:
Demográficamente se aprecia un incremento de la población, provocando, fundamentalmente la expansión territorial mediante la colonización. Desde Marsella hasta Trebizonda surgen así ciudades de griegas que rivalizarán con el mundo fenicio – Cartago – en sus pretensiones de expansión comercial. Hablamos de una época en la que las ciudades más grandes tenían entre 1.500 y 5.000 habitantes.
La otra gran revolución es la instauración de las llamadas Polis griegas, o ciudades estado con capacidad de autogobierno. Es la época en la que Solón proclama sus leyes – cinceladas en tablillas de roca – sobre Atenas instaurando, así, la primera democracia de la historia. Ante la división existente las relaciones de poder se estructuran en base a las ligas – conjuntos de ciudades que se agrupan, o son obligadas a hacerlo, bajo una potencia que en la práctica suele dominar, como la Liga Espartana – y el ejército se compone de los famosos Hoplitas.
Es, también, el momento en el que nace el Alfabeto Griego, medio en el cual se han creado las principales y primeras obras de, la que llamamos, Cultura Occidental.
La economía era principalmente agrícola y comercial, comenzando la Edad de la Moneda sobre el 650 A.C. tras ser empleada como medio de intercambio en Lidia. Su fabricación se realizaba en oro y en plata.
Contexto Cultural

Constituye el nacimiento del Arte Griego a través de representaciones y estilos naturalistas. La escultura monumental fue introducida y la cerámica comienza su andadura con los ya conocidos vasos griegos. El estilo Geométrico predominó hasta el surgimiento del período Clásico con apreciadas influencias orientales.
En el terreno de la escultura, las reglas egipcias, regias y rígidas fueron implantadas con un marcado estilo geométrico y sentido religioso. Los Kuroi componen el mayor ejemplo de esta, habiendo sido empleados para la representación de humanos y dioses, pues no se distinguían por la imagen en el mundo griego.
Los gemelos de Argos

En cerámica, continuando con el estilo geométrico de representación mediante un delineamiento intuitivo de la forma, tan natural para el racionalismo, instaurando las Figuras Oscuras sobre fondo dorado como canon, si bien otras técnicas fueron apreciadas, como la representación sobre fondo blanco o la inversión de colores dada en la técnica Six, en la que las líneas de las figuras se creaban con pigmentación blanca sobre fondo oscuro.
Aquiles y Ajax

La Literatura fue, seguramente, uno de los mayores logros griegos. Es la época de la Tragedia, de la Lírica y de la Épica. Homero escribe sus dos insignes poemas épicos; La Ilíada y la Odisea. Tal vez fuese simplemente el nombre que se le dio al autor del compendio de poemas pasados de generación en generación mediante tradición oral y Homero ni siquiera existiese. Lo que está claro es que son obras creadas para ser recitadas en público, durante las fiestas y otros actos institucionales y que contienen ciertas fórmulas que garantizan la rima y la rítmica de la obra.
Lo mismo ocurre con los demás géneros líricos, normalmente recitados con acompañamiento musical o sin él, ya que la propia intención de la poesía proviene de la musicalidad que surge en el oído humano al recitar determinadas palabras unidas unas con otras mediante cierto sentido musical. Es Safo una de las representantes históricas, por calidad como por fama y leyenda – fue notablemente retratada en las ánforas griegas durante siglos – de la poesía lírica. Destacan otros nombres como Píndaro, Alceo, Anacreonte o Alquíloco de Paros.
Alceo y Safo en la imagen

Surge también la Filosofía y en su seno la Ciencia, aún en ciernes, con Tales de Mileto y sus estudios interdisciplinares.
Biografía

Safo, tal vez llamada así por la palabra sápfeiros, lapislázuli, que más tarde daría nombre al zafiro y, refiriéndose a ella, el Zafiro, vivió hace unos 2600 años, a caballo entre el siglo VII y VI A.C en Mitilene, capital de la isla griega de Lesbos. Provenía de familia aristocrática si no arruinada simplemente en horas bajas. Se piensa que estuvo casada y llegó a tener una hija.
En los días de Safo. Godward

Fue la regia directora de una reputada escuela internacional a la que numerosas familias pudientes enviaban a sus hijas para ser instruidas en diversas materias consideradas de valor para una mujer: Música, Poesía, Canto y Danza y puede que también clases prematrimoniales y artes eróticas.
Gemälde Von Erns Stuckelberg
Esos conocimientos daban valor a una mujer ya que con ellos podían amenizar los grandes banquetes y festividades de los aristócratas así como complacer a sus maridos, que era el fin último que le deparaba a la mujer. Tal vez aún exista esa concepción en muchas de las personas modernas, pero en relación a las musas del cine o a las divas de la música.
En uno de sus poemas se describe a sí misma como de larga melena, blanca ya por la edad. Es descrita también como muy menuda en un papiro literario y Alceo habla de ella como la de pelo violeta, posiblemente un adjetivo para describir su melena oscura como la noche.
Debió de tener tres hermanos: Erigyius, Larichus y Charaxus y una hermana, Cleïs. Tras verse su familia envuelta en ciertos conflictos con las élites políticas de Lesbos, tuvo que exiliarse a Siracusa, en la Sicilia italiana, alrededor del 600 A.C.
Existe una tradición, alimentada por el romanticismo posterior – para quienes el mayor acto amoroso consistía en morir de Amor – por medio de la cual Safo, tras haberse enamorado de un marinero, Phaon, y no ser correspondida por éste se arrojó al vacío desde los acantilados Leucadios, famosos en su época por ser el lugar desde el cual saltaban los enamorados para suicidarse. Es probable que poetas cómicos, por llamarlos de alguna manera, inventasen esa leyenda como colofón irónico a toda una vida llena de grandes obras dedicadas al Amor. Lo más probable es que no fuese heterosexual y que su talento fuese difícilmente igualado por nadie a lo largo de la Historia.
No se puede leer mucho en su obra acerca de Faetón, salvo un verso entrecortado a través del cual se desliza su nombre:
tanto Faetón… en todas partes la fama… y en las moradas del Aqueronte…
Obra

Se piensa que Safo pudo escribir alrededor de 10.000 líneas de poesía, aunque solamente unas 650 han llegado hasta nuestro tiempo. Como ya se ha mencionado, escribió poemas líricos para ser acompañados con música. Las crónicas de la época y los comentarios de sus codisciplinarios hablan de poemas de amor fundamentalmente. Amor por el amante, pero también amor por la familia. El hecho de que dirigiese ciertos versos cargados de emotividad a personas de su mismo sexo ha hecho que sea considerada homosexual y, que la palabra lesbiana tomase su significado precisamente por haber habitado ella la isla de Lesbos.
Mosaico Pompeii

Su poesía trata de ser sincera, sus sentimientos son ciertos y no fingidos para lograr nada a cambio y con su obra los demuestra. Pero demuestra también la sencillez, la elegancia y la naturalidad con la que se muestra la Naturaleza, hecho que ha provocado que muchas personas, tal vez con intenciones más oscuras tras de sí, hayan considerado su amor de ingenuo. Nada tiene que esconder quien nada esconde.
El ambiente poético lo logra con la simple asociación de imágenes limpias y serenas que desprenden al mundo de todo cuanto le sobra a la imaginación; la luna, un ave, las flores, bastan para lograr lo que se propone. Es el marco perfecto para mostrar sus sentimientos, sin adornos, sin sentimentalismo fugaz.
Safo. Klimt
Me enamoré, Athis, de ti, hace mucho tiempo. Y me parecías sin gracia, como una pequeña niña. Sé que más tarde alguien se acordará de nosotras. Como el viento desenfrenado que en las montañas cae sobre los bosques, el amor estremece mi ser. No puedo decidir: hay en mi dos almas. Hiciste bien en venir, pues te anhelaba y desfallecía por este deseo que incendia mi alma.
Pero igual que aprecia odia:
Después de que mueras, yacerás sin que nadie te recuerde o por ti se duela, pues no gozaste las rosas de Pieria. Ignorada también en la casa del Hades, flotarás errabunda entre los oscuros muertos…
Es también, quien mejor describe los efectos fisiológicos del sentimiento amoroso:
Me parece semejante a los dioses ese hombre que está ante ti sentado y escucha la preciosa voz de cerca y la risa adorable que hace temblar mi corazón en el pecho, en cuanto te veo, se me va el habla, se me rompe la lengua, me hormiguea un fuego impalpable, mis ojos no ven, no oigo claro, transpiro de frío, un temblor se adueña de mí, descolorida como pasto seco, me muero, pero a todo hay que atreverse cuando nada se tiene.
Y cierra el círculo como nadie:
En sus ojos se extiende un negro sueño y en los negros ojos del sueño, la noche.
Como ella misma dijo de sí:
Yo amo lo delicado y se me concedió con el amor, la luz del sol y lo bello.
Final
Algunos dicen que un ejército de caballería, o de infantería, o una escuadra de navios, es lo más bello sobre la oscura tierra. Yo digo que lo que uno ama. Y muy fácil es que todos lo comprendan. Porque Helena, que conoció a los más bellos hombres, abandonó a su marido, el mejor de todos, por navegar a Troya, sin acordarse de hijos ni del cariño de los padres ¡Tan lejos desvió Cipris a la amante! Pues logra Cipris al corazón doblegar y al que ama que nunca levemente ame. Ahora me hace recordara Anactoria, que no está conmigo, ya la que quisiera ver con su amoroso andar y la radiante luz de su rostro, mucho más que a los carros lidios o las armas con que combaten de pie sus guerreros. ya la que quisiera ver con su amoroso andar y la radiante luz de su rostro, mucho más que a los carros lidios o las armas con que combaten de pie sus guerreros. Y sé bien que nadie puede alcanzar la suprema dicha, pero desear tenerla, . . . repentinamente.
Nada hay en Safo superior al ser amado, ni en Belleza, ni en Felicidad. Nada brilla con tan peculiar luz ni más deseado que el amor verdadero. Solamente un ignorante antepone lo demás.
Sin duda es esa sencillez con la que compone las muestras de Amor las que hacen a Safo inmortal en el Arte. Pero ese amor no se materializa únicamente en el plano íntimo, pues los recuerdos que, tiempo después comparten los amantes, son quizá los trazos de experiencia más importantes y sin los que no puede existir ese sentimiento:
Acuérdate al menos ¡oh, no lo olvides! De las amadas y hermosas cosas que vivimos. De tantas guirnaldas de violetas y de rosas, y también de azafrán, … con que a mi lado te ceñiste. De tantos collares tejidos con dulces flores que rodeaban tu tierno cuello. De las muchas veces que con abundante mirra de flores y de reyes ungiste tu cabeza de hermoso peinado. Del blando lecho en que tú, a mi lado, dejando que la ternura saliera… Y no hubo colina profana o sagrada, ni fuentes de aguas a donde no hayamos ido.
Quien no ve lo más valioso, lo más bello y aquello rodeado de esa ligera luz que nos ilumina la mirada, es que nada ama, y nada vive. Los versos de Safo aún nos transmiten su voz, a través del tiempo, y de los mares:
Y con fuerza nos grita que vayamos con ella, y su grito, no inadvertido a nosotras, la noche populosa lo hace resonar a través de los mares…

Bibliografía
Historia de la Literatura Universal, Martín de Riquer, José María Valverde. Editorial Gredos.
https://everipedia.org/wiki/lang_en/Sappho
https://www.bbc.com/mundo/noticias-47881298